Los hebraísmos son
expresiones o construcciones lingüísticas que reflejan el uso del hebreo en la
lengua griega del Nuevo Testamento o en traducciones de textos hebreos al
griego. Estos elementos reflejan características únicas del hebreo, su
sintaxis, semántica o idiomática, que no se encuentran comúnmente en el griego.
Algunos ejemplos de
hebraísmos incluyen:
1. Genitivo de origen.
En hebreo, la posesión se indica a menudo mediante una construcción genitiva
que expresa el origen o la relación entre dos sustantivos. Esta construcción
también se encuentra en el griego del Nuevo Testamento, aunque es menos común
que en hebreo. Aquí hay algunos ejemplos destacados:
A. Reino
de Dios. Esta expresión aparece frecuentemente en los evangelios y las cartas
de Pablo. En griego, se expresa como “basileia tou theou” (βασιλεία τοῦ θεοῦ),
donde “basileia” es “reino” y “tou theou” es el genitivo de “Dios”. En hebreo,
la expresión correspondiente sería “malkut haElohim”.
B. Hijo
de Dios. Esta es otra expresión común en el Nuevo Testamento para referirse a
Jesucristo para indicar su naturaleza divina. En griego, se expresa como “huios
tou theou” (υἱὸς τοῦ θεοῦ), donde “huios” es “hijo” y “tou theou” es el
genitivo de “Dios”. En hebreo, podría expresarse como “ben Elohim”.
C. Palabra
de Dios. Esta expresión se utiliza para referirse a la Palabra de Dios, ya sea
como una referencia a las Escrituras. En griego, se expresa como “logos tou
theou” (λόγος τοῦ θεοῦ), donde “logos” es “palabra” y “tou theou” es el
genitivo de “Dios”. En hebreo, podría expresarse como “davar Elohim”.
D. Reino
de los cielos. En el Evangelio de Mateo, especialmente, se utiliza la expresión
“Reino de los cielos” como una referencia al Reino de Dios. En griego, se
expresa como “basileia ton ouranon” (βασιλεία τῶν οὐρανῶν), donde “basileia” es
“reino” y “ton ouranon” es el genitivo plural de “cielo”. En hebreo, podría
expresarse como “malkut shamayim”.
Estos son solo algunos
ejemplos destacados, pero hay otros ejemplos de genitivo de origen en el Nuevo
Testamento que reflejan estructuras hebreas y demuestran la influencia del
hebreo en el griego del Nuevo Testamento.
2. Uso del artículo
definido. El hebreo a menudo omite el artículo definido cuando
el contexto es claro, mientras que el griego tiende a incluirlo. Por lo tanto,
algunas expresiones hebreas que no usan el artículo definido pueden aparecer en
griego con el artículo, lo que indica su origen hebraico.
A. Juan
el Bautista. En griego, se expresa como “Ioannes ho baptistes” (Ἰωάννης ὁ
βαπτιστής), donde “ho” es el artículo definido “el”. Sin embargo, en hebreo,
esta expresión podría ser simplemente “Yohanan haMikveh” (יוֹחָנָן הַמִּקְוֶה),
donde no se incluye el artículo definido.
B. Reino
de los cielos: Aunque mencioné esta expresión anteriormente, es importante
destacarla aquí nuevamente. En el Evangelio de Mateo, en lugar de usar el
artículo definido “el” como en “Reino de Dios”, se utiliza “Reino de los cielos”
para evitar pronunciar directamente el nombre de Dios, como se acostumbraba en
el judaísmo. En griego, se expresa como “basileia ton ouranon” (βασιλεία τῶν οὐρανῶν),
donde “ton” es el artículo definido plural “los”, pero en hebreo podría ser “malkut
shamayim” (מלכות שמים), sin el artículo definido.
C. Hijo
del hombre. Esta expresión, utilizada por Jesús para referirse a sí mismo en
los evangelios sinópticos, es traducida del hebreo “ben Adam” (בן־אדם). Aunque
en griego se incluye el artículo definido “el”, en hebreo no se necesitaría. En
griego, se expresa como “ho huios tou anthropou” (ὁ υἱὸς τοῦ ἀνθρώπου), pero en
hebreo sería simplemente “ben adam” (בן־אדם).
Estos son solo algunos
ejemplos destacados en los que se puede observar la influencia del hebreo en el
Nuevo Testamento, especialmente en la omisión del artículo definido que es más
común en griego.
3. Doble negación.
En hebreo, es común utilizar una negación doble para enfatizar una negación.
Esta característica se puede encontrar en algunos pasajes griegos que reflejan
influencias hebreas. Aquí hay algunos ejemplos donde se puede observar esta
influencia:
A. Mateo
5:18 (NVI): En este pasaje, Jesús dice: “En verdad les digo que no desaparecerá
ni una letra, ni una tilde de la ley hasta que todo se haya cumplido”. La doble
negación se refleja en la frase “no desaparecerá ni una letra, ni una tilde”,
donde en griego se usa la frase “ou me” (οὐ μή) para negar tanto “desaparecerá”
como “ni una letra, ni una tilde”.
B. Mateo
18:18 (NVI): Aquí Jesús dice: “Les aseguro que todo lo que aten en la tierra
quedará atado en el cielo, y todo lo que desaten en la tierra quedará desatado
en el cielo”. Nuevamente, la doble negación se observa en la frase “no desaten”,
donde en griego se usa “ou me” (οὐ μή) para negar tanto “desaten” como “todo lo
que desaten en la tierra”.
C. Juan
6:35 (NVI): En este pasaje, Jesús declara: “Yo soy el pan de vida. El que a mí
viene nunca pasará hambre, y el que en mí cree nunca más volverá a tener sed”.
La doble negación se refleja en la frase “nunca más volverá a tener sed”, donde
en griego se usa “ou me” (οὐ μή) para negar tanto “volverá” como “tener sed”.
Estos son solo algunos
ejemplos donde se puede observar la influencia de la doble negación hebrea en
las traducciones griegas del Nuevo Testamento. Esta estructura lingüística
agrega énfasis y fuerza a la negación en el discurso, y es importante para comprender
el significado y la intención original de los pasajes.
4. Expresiones
idiomáticas. El hebreo tiene muchas expresiones
idiomáticas que no tienen una traducción literal en otros idiomas. Estas
expresiones pueden aparecer en el griego del Nuevo Testamento y pueden ser
difíciles de entender sin una comprensión del idioma y la cultura hebreos.
A. “Ojo
por ojo, diente por diente”: Esta expresión aparece en Mateo 5:38 y refleja una
enseñanza del Antiguo Testamento (cf. Éxodo 21:24, Levítico 24:20, Deuteronomio
19:21). En hebreo, se expresa como “ayin tachat ayin, shen tachat shen” (עַיִן תַּחַת
עַיִן, שֵׁן תַּחַת שֵׁן). En el Nuevo Testamento, Jesús utiliza esta expresión
para enseñar sobre el principio de justicia y la importancia del perdón.
B. “Hijo
de David”: Esta expresión se utiliza para referirse a Jesús como descendiente
de David, lo que es una afirmación de su identidad mesiánica. En hebreo, se
expresa como “ben David” (בֶּן־דָּוִד). Aparece varias veces en el Nuevo
Testamento, como en Mateo 1:1, 9:27 y 15:22, entre otros.
C. “¡Eloi,
Eloi, ¿lama sabactani?”: Estas palabras son pronunciadas por Jesús en la cruz y
son una transliteración del arameo al griego, pero la frase “lama sabactani”
tiene una raíz hebrea. La expresión refleja un versículo del Salmo 22:1 en
hebreo: “Eli, Eli, lamah azavtani” (אֵלִי אֵלִי, לָמָה עֲזַבְתָּנִי), que
significa “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”.
D. “¡Bar-Jonas!”:
Jesús llama a Simón Pedro “Simón, hijo de Jonás” en Mateo 16:17, que en hebreo
sería “Shimon ben Yonah” (שִׁמְעוֹן בֶּן־יוֹנָה). Este tipo de expresión
refleja una forma hebrea común de referirse a alguien por el nombre de su
padre.
E. “Nazaré”:
La expresión “Jesús de Nazaret” (en griego, “Iesous ho Nazoraios”) es una
transliteración del hebreo “Yeshua haNotzri” (יֵשׁוּעַ הַנּוֹצְרִי), donde “Notzri”
significa “de Nazaret”.
Estos son solo algunos
ejemplos de expresiones idiomáticas hebreas que se encuentran en el Nuevo
Testamento, destacando la influencia del hebreo en el lenguaje y la cultura de
la época.
Los hebraísmos son
importantes para la interpretación bíblica porque pueden influir en el
significado o la comprensión de ciertos pasajes. Reconocer y comprender estos
elementos lingüísticos puede ayudar a los estudiosos a interpretar
correctamente el texto bíblico y a captar mejor la intención original del
autor.
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